No logro comprender, no entiendo;
el ser humano crea métodos de deshumanización.
Estas paredes de piedra originan eternos pasillos,
inalcanzables ventanas impiden alzar la vista al cielo,
solo queda momento de humedad, solo de soledad.
Dime si estas puertas de madera maciza
separan al hombre de su enfermedad.
Dime si la vida se asoma por este agujero,
dime si ves a tu hermano suplicar.
Carcelero, dime si ganaste con esta locura,
si alguna vez sentiste que colaborabas en el daño a la historia.
Veo nombres que presiden la celda en la que sufrieron,
nombre limpio, siempre nuevo.
Por ello no dejo de pensar en tantos innombrables
que en otra tierra son anónimos para siempre.
Son huesos de tierra, en olvido, muertes en pena.
Estas piedras que un día tocaron
para, de puntillas, intentar ver al Sol;
hoy yo las toco, cierro los ojos y siento su luz.
Dicen que de la historia se aprende,
pero siempre sufren los mismos y aprenden los mismos.
No quiero tolerar sufrimiento para aprender,
prefiero aprender con sabias enseñanzas
no con muertes ni matanzas.
Memoria y Nombres en la Cárcel de Piedra,
me queda un último paseo por O´ Conell,
me queda vida para recordar los tiempos de lucha.
No quisiera dejar de reconocerme en el escalofrío de estas piedras,
me las llevaré hacia manos revolucionarias.
Ellas les darán sentido, ellas serán parte de mis batallas.
a los Revolucionarios que sufrieron en Kilmainham Gaol
(Dublín)
(Dublín)
