Bienvenidos.


Quiero darles la bienvenida a este nuevo lugar que se convertirá en otra ventana abierta a la Esperanza, en un refugio para los perseguidos y en una casa abandonada que, poco a poco, se irá habitando y dejando en cada habitación un perfume diferente, unas risas y, por qué no, alguna que otra lágrima.
Me temo que esta Nueva Casa se plagará de verdades y de susurros, asi que no teman contagiarse y disfruten de esta pequeña enfermedad, de esta pequeña locura.
Mi Bienvenida a los Poetas que un cierto día despertaron tras un embrutecedor letargo, para enfrentarse a la Jungla de las Mentiras y a los rayos de un Sol que casi no deja ver.
No niego la entrada a las Poetisas ni a las Mujeres porque, aquí, ya son Poesía.

martes, 30 de marzo de 2010

To Live is To Die




"Quiere, aborrece, trata bien, maltrata,
y es la mujer al fin como sangría,
que a veces da salud y a veces mata".
(Lope de Vega)



"La Luz de la luna hacía los ojos de María de Castro increíblemente bellos, y acentuaba el abismo de su boca entreabierta. Y qué mas da, pensó el capitán. Vida o no vida. Amor mío o de otros. Mi locura o mi cordura. Tenía ojos para ver, boca para besar. Dientes para morder. Ninguno de los muchos hideputas que cruzaron por su existencia, turcos, herejes, alguaciles, matachines, había logrado robarle ese momento. Seguía respirando pese a que muchos intentaron estorbárselo. Y ahora, para confirmarlo, una mano de ella le acariciaba suave la piel, deteniéndose en cada vieja cicatriz. "Mi vida", repetía. Sin duda don Francisco de Quevedo habría sacado buen partido a todo eso, plasmándolo en catorce perfectos endecasílabos. El capitán Alatriste, sin embargo, se limitó a sonreír en sus adentros. Era bueno estar vivo, al menos, un rato más, en un mundo donde nadie regalaba nada; donde todo se pagaba antes, durante o después.
Así que algo habré pagado, pensó. Ignoro cuánto y cuándo, pero sin duda lo hice, si ahora la vida me concede este premio. Si merezco, aunque sea por unas pocas noches, que una mujer así me mire como ella me mira"

(El Caballero del Jubón Amarillo; Arturo Pérez - Reverte)


"Después de seis años, amigos, no puedo hacer otra cosa que felicitaros por haberse encontrado el uno al otro y así, poder encontrarnos a lo largo de los próximos años tan intactos, tan reconocibles, tan auténticos.
Toda persona duerme con quien se merece y vosotros os merecéis mutuamente. Por ello, por hoy y por lo que nos queda, Gracias".

(Roberto Villegas)