Bienvenidos.


Quiero darles la bienvenida a este nuevo lugar que se convertirá en otra ventana abierta a la Esperanza, en un refugio para los perseguidos y en una casa abandonada que, poco a poco, se irá habitando y dejando en cada habitación un perfume diferente, unas risas y, por qué no, alguna que otra lágrima.
Me temo que esta Nueva Casa se plagará de verdades y de susurros, asi que no teman contagiarse y disfruten de esta pequeña enfermedad, de esta pequeña locura.
Mi Bienvenida a los Poetas que un cierto día despertaron tras un embrutecedor letargo, para enfrentarse a la Jungla de las Mentiras y a los rayos de un Sol que casi no deja ver.
No niego la entrada a las Poetisas ni a las Mujeres porque, aquí, ya son Poesía.

jueves, 5 de agosto de 2010

Sordera

El caso es que tengo el oído izquierdo taponado y escucho las palabras a media voz. Pero encuentro una gran ventaja estando así cuando uno dice de dormir.
Sí, cuando duermo de lado y dejo el oído derecho sobre la almohada no se escucha nada y eso hace que mi sueño sea mas tranquilo y descansado. Pero cuando me dispongo a darme la vuelta ya se empieza a escuchar el cláxon del panadero, la música tan preciosa y latino-caribeña que tiene el novio de mi vecina en el coche puesto, mientras ésta se viste y se arregla para montarse en él, en el coche. También se escuchan las voces de Orión y el ladrido del novio porque mi vecina tarda mucho, las persianas subirse o bajarse, las motos a toda velocidad y los coches que consiguen arrancar tras varios intentos. El caso es que me doy la vuelta de nuevo y me quedo sordo, por completo.
Algunos dirán que no soporto la realidad y que debería afrontarla porque esa es la vida real y es lo que hay. A mi ese pensamiento me parece perfecto pero hoy he elegido el darme igual la realidad y disfrutar de mi silencio para poder descansar, lo siento; que me perdone la calle pero hoy he dormido como un sordo y no me ha importado nada. Mañana puede que lo vuelva a hacer.

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