Bienvenidos.


Quiero darles la bienvenida a este nuevo lugar que se convertirá en otra ventana abierta a la Esperanza, en un refugio para los perseguidos y en una casa abandonada que, poco a poco, se irá habitando y dejando en cada habitación un perfume diferente, unas risas y, por qué no, alguna que otra lágrima.
Me temo que esta Nueva Casa se plagará de verdades y de susurros, asi que no teman contagiarse y disfruten de esta pequeña enfermedad, de esta pequeña locura.
Mi Bienvenida a los Poetas que un cierto día despertaron tras un embrutecedor letargo, para enfrentarse a la Jungla de las Mentiras y a los rayos de un Sol que casi no deja ver.
No niego la entrada a las Poetisas ni a las Mujeres porque, aquí, ya son Poesía.

martes, 7 de diciembre de 2010

El papel

Es posible que sea ésta la mejor ocasion para escribir. La lluvia besa con fuerza los cristales y casi grita que no va a parar de besarlos hasta que se le olvide. Por ello, escribo como si me quedara poco tiempo, como si los cristales estuviesen a punto de dejar entrar a las gotas de lluvia para dejarme al descubierto, como si el frio quisiera entrar y partir la puerta por la violencia de su corriente, como si estuviese a punto de descubrirse un secreto o un milagro.

Casi un testamento, aún sabiendo que los malos de las películas no mueren tan facilmente y que los buenos suelen morir habiéndose dejado todo resuelto, matando al malo y quedándose con la chica. Yo no se que papel me ha tocado, sólo quiero representar el papel que esté mas cerca de tí. El de piedra para cuando tengas que esquivarla, el de calle por la que sueles pasar a pesar de las obras en la Ciudad. El papel de ventana, la que se abre para que entre la luz a tu habitación e incluso el papel de luz para que te abrace la piel por la mañana. Para representar a tu perfume me harían falta clases intensivas; pero si me das a elegir, prefiero representar el papel de tus sábanas. Tan cerca de tu cuerpo tibio y tranquilo, tan lejos de parecer sospechoso, tan grato saber que asisto para velar tus sueños en silencio.

Llevaba tiempo en silencio y puede que fuese mejor asi. Las palabras mienten a veces en la boca de los Hombres, pero las caricias que están dispuestos a plantar en el cuerpo de una Mujer, no mienten nunca.


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