A veces, miro por la ventana y encuentro verdades que no habia encontrado antes. Me encuentro a la madre que regaña al niño, al coche que pasa sin aviso y a las motos que se cuidan de que nos demos cuenta de que pasan. Miraba los libros en los que me encontraba inmerso pero no veia a niños, ni a coches ni a motos; solo letras y nombres de gente que no conozco.
Empecé a recordar palabras de Abuelo que no fue a ninguna universidad y me di cuenta de que allí se encontraban las verdades que un libro jamas será capaz de proporcionarme. Y en esas palabras encuentro a niños que jugaban cuando no tenian nada, y a motos que no estaban trucadas y a mujeres que no se comparaban en vidrieras ni en pasarelas. Y no, puede que todo tiempo pasado no fuese mejor, pero sin duda dejamos mucho que desear cuando nos damos cuenta de lo que tenemos y no somos capaces de tomar de frente para nosotros mismos, sino que las dejamos pasar como si la vida nos fuese a regalar lo que hoy desechamos o derrochamos.
Por la noche, en el silencio de una calle medio apagada porque un faro se encontraba roto, escuché entre sueños un lamento de un perro callejero. Algún desgraciado le ha causado dolor, o alguna familia empieza el Verano.
1 comentario:
Lo primero que debe tomarse son sin duda las enseñanzas propias de la vida, esas de las que nunca hacemos caso cuando aún estamos a tiempo de no caer en maldades o dolores estando muy seguros de que esas palabras jamás nos harán falta. También afirmo que debemos al menos una vez equivocarnos ya que como siempre se dice "de los errores se aprende" pero hubiese sido más fácil si desde el principio hubiésemos confiado en esas extrañas palabras. Más fácil que no mejor...
He de decit que el último párrafo me causó dolor.
Un saludo
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